Cuando analizamos parte de los resultados de la investigación de la tesis, en concreto una parte de la relación
entre self temido o identidad temida(el tipo de
persona en la que me daría miedo convertirme) y el Trastorno Obsesivo
Compulsivo (TOC), uno de los resultados que nos llamó la atención es que una
gran parte de los voluntarios mencionaron
el calificativo de «mentiroso» como parte de su identidad temida. Es
decir, una gran parte de los voluntarios (todos ellos personas con el
trastorno) temían convertirse en una persona mentirosa, alguien que engaña a los demás. Curioso ¿Por qué? ¿Qué posible
relación podría tener esa identidad temida y el TOC? Desde nuestro punto de
vista, cuando fuimos a analizar y debatir esos resultados, creemos
que los participantes respondieron de esta forma porque la mayoría
de las personas con este trastorno lo ocultan. Lo ocultan a sus
parejas, a sus familiares, a sus amigos, a sus compañeros de trabajo…Se
esconden. Y cuando alguien se siente tan condicionado por algo como
es un TOC y representa, desgraciadamente, algo tan importante en la vida de
uno, es posible que esa persona se sienta un estafador de cara a los
demás. «No saben realmente cómo soy, de ser el caso a saber cómo
reaccionarían». Y cuando tienes la sensación de que los que más
quieres no te conocen realmente, te sientes lejos, muy lejos de ellos. Y sol@.
Ponte en situación: si considero que el TOC está despertando a mi
verdadero yo (pongamos por ejemplo un TOC de contenido sexual,
agresivo o religioso) y no puedo contárselo a nadie por miedo al rechazo, no es
de extrañar que la persona pueda sentirse como una mentirosa de cara al resto
del mundo. Tampoco hace falta irnos a contenidos tan llamativos, el mero hecho
de padecer el trastorno ya hace que muchos pacientes se escondan en relación a
ello por temor a que los tomen por loc@s, desequilibrad@s o rar@s. A fin de cuentas
todo va a parar a lo mismo, esconderse por miedo al rechazo.
Esto por una parte. Otro dato que nos llamó la atención es que un número muy signficativo de los voluntarios también incluyeron en su identidad temida el adjetivo de «egoísta», es decir, muchos de ellos temían especialmente convertirse en personas egoístas. Una posible explicación es que la
persona con este trastorno estaría tan centrada en su problema, le sobrecoge de
tal manera que todo gira en torno a sí mismo y su trastorno. Y la persona se da
cuenta de ello. De ahí a que teman especialmente (por encima del miedo a convertirse en mala persona, agresivo…) en personas
egoístas, egocéntricas.
En cualquier caso lo bueno de todo esto es que tengo
más que comprobado que el amor puede en una gran mayoría de ocasiones con el
estigma. Que cuando queremos a alguien, la mayoría de veces hacemos lo que sea
para entender su situación y así poder ayudarle. Las ganas que dan el amor y el
cariño hacia alguien a quién queremos (y la paciencia de la que nos armamos gracias a ello) junto una buena
explicación sobre lo qué pasa, por qué pasa y qué se debe hacer para mejorar,
desde mi punto de vista, son las mejores armas que tenemos para luchar contra
el estigma (sea en el TOC o cualquier otra cosa) a nivel individual, a pequeña
escala. A gran escala… incluir en el planning escolar una asignatura de salud
mental sería una buena opción. Al fin y a cabo, la inteligencia emocional y las matemáticas son igual de necesarias para
abrirse camino en esta vida…
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