«No te entiendo ¿por qué me mientes? Sé que eres tú, te conozco» Lo dijo con un tono suave pero firme, frente a aquella mirada que hacía las veces de muro, ya se encargaba él de que eso fuera así.
Esta escena cualquiera entre dos personas, que no hace falta contextualizar porque no viene el caso, me sirve como introducción al tema del post de hoy: la mentira. ¿Por qué
mentimos? ¿Qué ventajas tiene mentir? ¿Es la mentira siempre un error? Por regla
general, todos asociamos la verdad a lo positivo, lo correcto, lo ético y la
mentira a algo negativo, inmoral. Lo correcto es decir siempre la verdad
¿no nos enseñan eso a todos desde pequeños? Pero decir la verdad en todas y cada una de las ocasiones puede no ser siempre la opción más humana o la más sana. Fíjate bien que ya no digo la opción más beneficiosa o inteligente (que es obvio) sino la más sana.
¿Qué beneficios tiene mentir?
*Protegerse
a sí mismo y/o a los demás.
*Evitar
consecuencias negativas.
*Conseguir
lo que deseamos.
*Integración social.
¿Para qué mentimos?
Mentimos
para protegernos a nosotros mismos: desde mi punto de
vista el autoengaño es la mayor de las mentiras, la que más practicamos. Y como
no, la practicamos para protegernos y esa protección a veces nos ayuda a
motivarnos para conseguir un objetivo, a salir de un bache emocional, a
arriesgarnos a salir de la zona de confort…. A veces nos sale bien y el
autoengaño cumple su función, otras no sale bien y nos damos de bruces contra
la realidad teniendo que readaptar nuestros esquemas. En cualquier caso, el autoengaño es necesario para la supervivencia. Sin embargo hay que tener cuidado con las
mentiras que nos contamos a nosotros mismos, porque a veces pueden representar
un muro tanto a la propia felicidad como a nuestro bienestar físico y emocional (No hace mucho escribí un post dedicado únicamente a este tema, si te interesa pincha aquí)
Mentimos
para proteger a los demás: a veces mentimos por
amor, por proteger a los otros. Las famosas «mentiras piadosas» serían un buen ejemplo. Cuando tu amigo te pregunta ilusionado si te gusta su piso
nuevo y la verdad es que no, mentir es un acto de cariño, amor y cuidado hacia
él. La verdad sin empatía puede rozar la crueldad. Al igual que en las
discusiones demostrar quién tiene la razón no es siempre lo más importante, decir tu verdad (que en realidad es la verdad de cada uno) tampoco tiene que ser la prioridad en el 100% de las veces.
Mentimos
para evitar castigos: niños y adultos, todos entramos en
el pack. Mentimos para evitar situaciones no deseadas, consecuencias negativas. Desde algo tan
simple como decirle a tus padres que has
aprobado un examen de la universidad cuando te han suspendido, a mentir ante un
tribunal para evitar la condena. Si creemos que la mentira puede librarnos de
algo a lo que tememos o nos disgusta, muchas veces la ética queda en segundo
lugar.
Mentimos
para conseguir lo que queremos: También esta es otra
de las funciones más empleadas. En numerosas ocasiones mentimos o modificamos
la verdad para conseguir algo que deseamos, sea un puesto de trabajo, tener la razón en algo, entrar en un grupo, que la persona que te interesa se fije en ti, un objeto
deseado… Con la mentira se obtienen beneficios laborales, sociales,
materiales, psicológicos… y eso es muy tentador.

Mentimos
por deseabilidad social: mentimos para encajar e
integrarnos en el grupo, en la sociedad. Filtramos la realidad para ser
aceptados, deseados, destacados…De hecho, el relativamente novedoso término de sincericidio (suicidio social debido ser excesivamente sincero con
los demás) es un buen ejemplo de lo
anterior. Hay cosas que conviene no decir, en una gran mayoría de las
situaciones conviene filtrar. Si nos ponemos exquisitos, hasta los filtros de Instagram podrían entrar
en este apartado, al fin y al cabo son mentiras no verbales con el objetivo de gustar
más o destacar más.
Como
ves, detrás de la mentira no hay siempre un trasfondo egoísta, dañino u oscuro,
adjetivos a los que se asocia el acto de mentir desde siempre. La mentira cumple funciones
importantes para el ser humano, entre ellas la de supervivencia e integración
social. Nos guste o no, si no tuviéramos la capacidad de mentir nuestra
existencia sería, por lo general, bastante más complicada…
 |
Con posibilidad de terapia on-line |
Sara LLorens Aguilar
sllorens@cop.es