

Javi y Luis están tumbados sobre
Los sesgos y los heurísticos son
dos términos que implican cosas diferentes pero ambos condicionan nuestro
razonamiento, nuestra percepción del mundo y consecuentemente nuestra
forma de sentir y de actuar. Los
heurísticos son reglas de pensamiento que aplicamos para decidir en
situaciones en las que el nivel de incertidumbre es alto o, simplemente,
tenemos que tomar una decisión rápida. Los heurísticos pueden llevarnos tanto
al acierto como al error. Sin embargo, los
sesgos son errores de razonamiento que todos solemos cometer de forma
frecuente. Por lo tanto, cuando aplicamos los sesgos nos equivocaremos sí o sí.
Centrándonos en los heurísticos,
tenemos uno en concreto que nos condiciona mucho en el día a día: el heurístico
de disponibilidad. Básicamente consiste
en creer que la información que recordamos con más facilidad es la más
importante, la más frecuente o la de más peso a la hora de actuar/decidir en
una determinada situación. Por
ejemplo, recordamos más fácilmente los accidentes de avión (y consecuentemente tenemos más respeto a volar) porque salen más en
las noticias y se les da más importancia que a los accidentes de coche. Sin
embargo, la realidad es que los accidentes en avión son infinitamente menores que los accidentes en automóvil. Otro ejemplo es el de las noticias. ¿Qué oímos/leemos
normalmente en las noticias? todo lo que va
mal en el mundo. Por esta razón una gran mayoría de gente piensa que el
mundo va de mal en peor y que, básicamente,
caemos en picado. Pero la realidad según las investigaciones al respecto es que el mundo no
ha empeorado sino que incluso ha mejorado en muchos aspectos en los que creemos
lo contrario ¿Entonces porque tendemos a pensar lo opuesto? por el heurístico
de disponibilidad, ya que la información a la que tenemos más acceso es la negativa. Basta con escuchar los informativos un par de
días para perder la fe en la
humanidad. Lo bueno no vende tantos periódicos y eso, nos guste o no, es una
realidad.
También estamos
diseñados para creer con más facilidad todo lo que nos resulte familiar o vaya
en consonancia con nuestras creencias previas. Y cuando la nueva información no
casa con nuestros esquemas, tendemos a montarnos una película/razonamiento
de forma que acabamos convenciéndonos de que la nueva información no es válida
y así nos quedamos asentados en nuestras creencias y formas de pensar de
siempre. Obviamente esto no ocurre todo el tiempo pero sí tendemos a ello con facilidad. Si quieres repasar esa parte, hace poco escribí sobre la disonancia cognitiva y el sesgo de confirmación que condicionan
nuestro día a día, a veces ayudándonos y otras no tanto. Una demostración más de cuan sesgado está nuestro razonamiento y de lo
irracional (aunque eficaz por lo general) puede ser en muchas ocasiones.
Si te interesa el tema, puedes
echar un vistazo al libro Por qué creemos
en mierdas de Ramón Nogueras. El libro tiene muy buen
contenido explicado de forma amena y con ejemplos de la vida cotidiana, por lo que se hace fácil
de entender. Cuando recomiendo lecturas en el blog siempre intento que
sean poco técnicas y que nos enseñen cosas interesantes que podamos
aplicar o cuanto menos para reflexionar. Este libro
entra en el pack.
Conclusión final que ya sabemos todos y aún así necesitamos recordar cada día:
CUIDADO CON
CREERME TODO LO QUE PIENSO PORQUE SEGURO, SEGURO, QUE ME EQUIVOCARÉ.
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